La matrícula es una tradición. Para nosotros también. Y, sin embargo, tiene que avanzar con los tiempos, evolucionar. Hasta ahora, la matrícula clásica sólo ofrecía características de reconocimiento a simple vista. Y aquí es precisamente donde radica el problema: las condiciones meteorológicas y de iluminación deben ser las adecuadas para una identificación fiable. La velocidad del vehículo también influye. La identificación electrónica de vehículos, abreviada EVI, y nuestras tecnologías RFID funcionan en casi todas las condiciones y sientan las bases del futuro.
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